domingo, 21 de septiembre de 2008

2M12


 

Dicen que en el año dos mil doce llegará el fin del mundo.

Si es así quiero verlo, no quiero perdérmelo, porque espero y deseo que así sea.

Ese fin del mundo que los agoreros entienden que será la destrucción de todo ser viviente puede no ser otra cosa que la salida de un túnel (¿actual crisis?) que supondrá una nueva y novedosa actitud.

Eso es lo que espero.

Quién lea esto se preguntará ¿Y esto qué tiene que ver con el mundo económico?

La respuesta es: es probable que el fin de lo que algunos llaman el "libre mercado".

Es necesario entender lo que quiero decir. Como es lógico lo que comento no debe entenderse como la abolición del libre mercado sino la aplicación del LIBRE MERCADO, esto es, transparente y con auténtica libre concurrencia e información que curiosamente sólo se da en las pequeñas y medianas empresas se ve escasamente en las grandes y aún menos en las que prestan servicios al ciudadano.

En los últimos tiempos parece que todas las opiniones confluyen en el mismo sentido, "todos debemos arrimar el hombro para salir de la crisis" (apoyo a las empresas, extraños paréntesis, etc.). Es algo en lo que nos guste más o menos todos debemos estar de acuerdo porque no nos queda más remedio.

El problema es ¿A cualquier precio? Como es lógico NO y debemos sacar las consecuencias adecuadas y realizar los ajustes reguladores precisos para conseguir ese libre mercado. Una regulación que no ha existido y la que ha provocado la situación ya que lo que ha buscado es que desaparezca el libre mercado.

¿Cómo conseguir esto? Mediante una auténtica ley de defensa del ciudadano y de la competencia en la que se deben recoger las bases suficientes y las medidas de sanción necesarias para evitar situaciones pasadas.

Seguro que parecerá utópico por lo que voy a exponer que debería recoger, pero de alguna manera nos debemos defender, empresas y ciudadanos, ante las situaciones de abuso que después todos debemos resolver.

El mínimo que debería plantearse lo podríamos desarrolla en los siguientes puntos:


 

  1. Funcionamiento real de los correspondientes tribunales de la competencia que se podría lograr:


 

  1. De la misma manera que ante la administración tributaria recae contra el contribuyente, que recaiga sobre las entidades sospechosas.
  2. Que las sanciones impuestas no sean repercutidas sobre los clientes de esas entidades: prohibición de elevar los precios durante un período de tiempo prudente salvo casos extraordinarios de elevación de costes, repercusión sobre los patrimonios particulares de administradores y familiares de la sanción e inhabilitación para ellos hasta que sea sufragada, obligación de la constitución de una reserva indisponible por la cuantía de la sanción por el valor de todo el beneficio de la sociedad evitando que se repartan dividendos ni retribuciones sobre obtención de objetivos a los administradores,………..


 

  1. Evitar que los bonus de los administradores de las sociedades se apliquen sobre todo sobre la cotización en el mercado de los valores ya que se descuidan los servicios a los clientes y se inflan deliberadamente esos títulos.


 

  1. Fijar precios máximos sobre costes para aquellas empresas que tengan posiciones de dominio.


 

  1. Obligación a informar a los consumidores sobre los precios de origen pagados en los productos alimenticios y de primera necesidad.


 

  1. Exigir a todas las empresas que tengan oficinas físicas de reclamaciones y aquellas que dispongan sólo de teléfono de atención al cliente sea en todo caso un 900 (teléfono gratuito) así como la obligación de remitir a la persona que ha reclamado la grabación íntegra de la conversación mantenida.


 

  1. Sancionar en las mismas condiciones que lo expuesto en el aparato primero a aquellas entidades cuyo índice de reclamaciones supere un porcentaje sobre la cantidad que factura.


 

Esto es un simple comentario dentro de un blog, no una tesis, pero sí unas ideas que creo que son dignas de reflexión y estudio pormenorizado.

La conclusión última creo sería "el mercado regula", como me decían hace poco unos fervientes defensores de éste, pero es necesario fijar las condiciones para que sea parejo para todos los que concurramos en las mismas condiciones.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dí que sí Satur. A ver si con un poquito de suerte logramos algún día que "el mercado regule", pero que regule para todos igual! No que salgan beneficiados los de siempre... Un beso!

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